martes, 16 de mayo de 2017

Taxonomía de Bloom para la Era Digital

Taxonomía de Bloom para la Era Digital

Picture Bloom publicó en 1956 una taxonomía para los objetivos educativos que fue revisada en el 2001 por Anderson y Krathwol y actualizada luego por Churches para adecuarla a la era digital o de aquellos que Prensky llama “nativos digitales”. Esta no se centra en los dominios cognitivos como las propuestas anteriores, sino en métodos, herramientas y experiencias del aula. La calidad de la acción o del proceso define el nivel cognitivo. No requiere iniciar en los niveles taxonómicos más bajos, sino en cualquier nivel, pero asume que los niveles inferiores estarán ya cubiertos por la tarea de aprendizaje. Se valora la colaboración como una influencia creciente en el aprendizaje.

La taxonomía para la era digital es una propuesta de Andrew Churches que se enfoca en el uso de las herramientas y TICs para “recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear”.

En su propuesta original, Bloom describió cada categoría con un sustantivo, que luego fue sustituido por Anderson y Krathwohl quienes colocaron verbos en lugar de los sustantivos, cambiaron el orden de la secuencia de las categorías, y consideraron a la creatividad como superior a la evaluación. La integración de las TICs generó entonces la necesidad de una nueva actualización de dicha taxonomía para digitalizarla o ajustarla a la realidad de la educación contemporánea.

Una de las principales novedades es la incorporación del trabajo colaborativo, el trabajo en equipo y las habilidades de comunicación como habilidades esenciales para el Siglo XXI y parte integral del proceso educativo para fortalecer el aprendizaje.

Dentro del nuevo esquema de la era digital, la colaboración es una parte esencial de los cuatro pilares de la educación, establecidos por la UNESCO como:
  • Aprender a conocer,
  • Aprender a hacer
  • Aprender a vivir juntos y aprender a vivir con los demás,
  • Aprender a ser.
En cualquier caso el modelo constructivista propone darle prioridad a la capacidad de crear conocimiento contextualizado con actividades del mundo real, más que a la acumulación de contenidos. Las habilidades de pensamiento son fundamentales y permanecen con el alumno para siempre, mientras que el mundo del conocimiento será obsoleto en poco tiempo.

El objetivo original de la taxonomía de Bloom fue estructurar y comprender el proceso de aprendizaje, el cual debía encajar en uno de los dominios nombrados cognitivo, psicomotor y afectivo. Sin embargo, es más reconocido su aporte al análisis específico del dominio cognitivo, en el cual ordena y categoriza las habilidades de pensamiento. Su propuesta es una secuencia que parte de las Habilidades de Pensamiento de Orden Inferior (LOTS) y se dirige hacia las Habilidades de Pensamiento de Orden Superior (HOTS).

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